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Tipos de relaciones interpersonales

Tipos de relaciones interpersonales 1

Este artículo sobre los tipos de relaciones interpersonales pretende ayudar a todos aquellos que necesitan hacer cambios en sus relaciones. Si no sabes por qué no funciona tu relación, o si te dedicas profesionalmente a “reparar” relaciones, entonces esta es tu herramienta.

Absolutamente todos nosotros tenemos relaciones. Hay quien se maneja realmente bien en ellas y hay quien tiene problemas que no sabe definir bien. Cuando vemos que las cosas no marchan como deberían lo atribuimos a carencias psicológicas de las personas, falta de habilidades y otros conceptos que no dejan muy bien al interactuante, pero esto no siempre son causa de nada.

La realidad es que, aunque normalmente nos manejamos bien en el campo relacional, el trasfondo de este apasionante mundo es complejo y muy vulnerable. Cuando lees a los auténticos expertos en relaciones parece que estén hablando de física o de conceptos abstractos de difícil comprensión.

Aquí pretendo simplificar el tema para comprender mejor el fenómeno de las relaciones interpersonales. Ten en cuenta que cuantos más conceptos tengas a cerca de una materia, mejor podrás manejarla para satisfacer tus intereses. Espero, pues, poder despertar en ti la inquietud por hacerte un auténtico experto relacional.

Qué son las relaciones interpersonales

En este sentido, cuando hablamos de tiempo nos referimos no solo a un momento, sino también a una etapa de nuestra vida.

Por otro lado, cuando nos referimos al espacio no solo hacemos referencia al momento físico del encuentro, sino a algo mucho más intuitivo que podemos denominar como el espacio psicológico.

Con un ejemplo se verá más claro: dos desconocidos pueden estar juntos en un autobús y no compartir nada, es más, pueden estar codo con codo y ni siquiera llegar a percibirse.

En cambio, una persona puede estar a miles de kilómetros de distancia y ocupar todo el espacio psicológico de otra: sus pensamientos, sus intenciones, sus metas y todo el sentido de su vida. Eso es una relación interpersonal.

Las relaciones también se establecen entre las organizaciones, las administraciones o los países, pero, aunque detrás de esas relaciones también hay personas, no son relaciones interpersonales, sino de otro tipo.

¿Para qué sirve todo esto?

Para actuar. Para la práctica. Nuestro interés no está en hacer teorías académicas elegantes para lucirnos. Al contrario, queremos soluciones prácticas para los problemas interpersonales, ya sean los nuestros o aquellos en los que trabajamos para cambiar la vida de las personas que confían en nosotros.

La idea de base es que solo podemos cambiar la realidad si la entendemos bien y encontramos las pautas y claves necesarias para transformarla. Cuando esto no pasa nos estancamos y vivimos en círculos viciosos recurrentes en los que los problemas se repiten una y otra vez sin que sepamos muy bien por qué.

¿Cómo se clasifican los tipos de relaciones interpersonales?

Podemos establecer múltiples clasificaciones de tipos de relaciones interpersonales, pero las más útiles son las tres que te propongo:

Dependiendo de su origen: se dividen en libres y circunstanciales

Una relación libre es buscada, se necesita porque satisface una necesidad de cualquier tipo y cuando no interesa se puede romper. Es el caso de una relación amorosa, una relación laboral o una relación de amistad con una persona valorada por cualquier motivo. Nuestras vidas están repletas de relaciones libres.

Una relación circunstancial es la que inevitablemente viene añadida a la relación libre. Podemos elegir a nuestra esposa, pero con ella viene una suegra. Podemos elegir el trabajo de nuestros sueños, pero con él vienen unos compañeros de pesadilla. Las relaciones circunstanciales son las que derivan de las libres. Esas relaciones no son buscadas, no se necesitan y no se pueden romper, porque solo pueden eliminarse si se acaba con la relación libre que las originó. Muchas veces las relaciones circunstanciales son motivo de ruptura de las relaciones libres.

Sobre eso te propongo que pienses en tus relaciones libres y te respondas a estas preguntas:

 

-¿Cuál es el motivo último de tu relación? ¿Qué obtienes de ella? ¿Cuál es su fin?
-¿Puede sustituirse ese motivo que justifica la relación? ¿A qué coste?
-¿Quién inició la relación? ¿Quién tiene más interés en mantenerla? ¿Por qué?
-¿Cuántas relaciones circunstanciales trae añadidas tu relación libre? ¿Puedes contar las más nocivas?
-¿Qué mantiene la relación? ¿Puede terminar? ¿A qué coste?
-¿Cómo afectan las relaciones circunstanciales a tu bienestar? ¿Vale la pena mantener la relación libre? ¿Por qué? ¿La relación libre cubre necesidades ocultas en ti que no eres capaz de reconocer?

 

Puedes ampliar estas ideas leyendo sobre qué son las relaciones circunstanciales, o sobre las 5 cualidades de las relaciones libres. Aunque si te interesa de verdad este tema a nivel personal o profesional puedes profundizar en los fundamentos teóricos. Lo aquí expuesto es solo un resumen para que puedas emplearlo en la práctica.

Dependiendo de su reparto de roles: se dividen en relaciones de ascendencia y de dependencia.

Una persona es dependiente de otra cuando la necesita para conseguir o para evitar algo. La persona ascendiente lo es porque es capaz de poner a la persona dependiente en una situación de perjuicio o carencia. Es decir, que con su acción u omisión es capaz de perjudicarle o negarle el acceso a algo. Esto es así, en síntesis. El concepto es mucho más complicado como puede verse en la parte teórica de este mismo sitio, pero a modo intuitivo se comprenden sus implicaciones.

En todos los tipos de relaciones interpersonales las personas dependen de alguna manera unas de otras. Esto no tiene por necesidad que ser malo. Un hijo depende de un padre, un empleado de su jefe, un amigo inexperto depende del experto para algo de su interés. Es algo normal. Lo extraño es que mantengamos relaciones sin que exista algún tipo de dependencia por alguna de las dos partes.

La dependencia no es unidimensional. La teoría demuestra que el padre también depende del hijo de otro modo, y el jefe de sus técnicos, así como el experto puede depender de su amigo en otro sentido. Afortunadamente, como se ha visto en la teoría, las relaciones interpersonales son mucho más complejas de lo que nos imaginamos.

A la separación entre ascendientes y dependientes podemos añadirle una dimensión más y hablar de dominantes y sumisos, pero eso ya pertenece a otro tipo de clasificación. Hemos visto en los fundamentos teóricos de la naturaleza de la relación que se puede ser dominante y dependiente, como se puede ser sumiso y ascendiente. No vamos a complicarlo ahora. Baste dejar claro que la dicotomía ascendiente y dependientes no es sinónima de dominantes y sumisos.

Te invito a hacerte estas preguntas respecto a la relación con la que trabajas o aquella que te preocupa:

 

-¿Quién es la persona dependiente? ¿Por qué depende? ¿Respecto a qué depende? ¿En qué otros aspectos de la relación se invierten los roles? ¿Cuál es el balance final o, dicho de otro modo, quién permanece más tiempo en el rol de dependiente?
-¿La dependencia es positiva (para lograr algo) o negativa (para evitar algo)?
-¿Cuál es el organigrama real de tu relación? ¿Quién manda de verdad en esto? ¿Por qué?
-¿Los roles se dan siempre, en la intimidad o solo cuando hay gente delante?
-¿Hay dimensiones claras añadidas de dominantes y sumisos? ¿Quién es quién?

Si te interesa este tema puedes ampliar estas ideas leyendo sobre las relaciones interpersonales y roles en las relaciones, o más en profundidad sobre las enormes implicaciones que tiene este apasionante tema: los fundamentos teóricos de los roles en las relaciones.

Dependiendo de sus desequilibrios de poder las relaciones pueden ser recíprocas o asimétricas

En todos los tipos de relaciones interpersonales dependemos de los demás para conseguir o para evitar algo. Siempre existe una persona en la relación que es más poderosa que otra en algún sentido. Este hecho dificulta la reciprocidad y limita los intercambios. La comunicación del jefe con el empleado es asimétrica a favor del jefe. La comunicación del profesor con el alumno también es asimétrica en favor del profesor.

Parece que estamos repitiendo el esquema de ascendiente o dependiente, pero no es así, porque aquí valoramos un continuo teórico que va desde la reciprocidad extrema del tú a tú simétrico de dos compañeros de trabajo, al desequilibrio extremo entre el dictador y su súbdito.

Los dos compañeros de trabajo del ejemplo pueden ser jefe y subordinado, es decir, ascendiente y dependiente, en cambio pueden mantener un intercambio recíproco porque las dependencias están muy equilibradas: se necesitan y lo reconocen.

En el caso del dictador y su súbdito, o del profesor déspota y su alumno intimidado, o del pandillero líder con su seguidor manso, vemos siempre asimetría en la interacción total.

El concepto de asimetría es un asunto de calidad de la relación que todos percibimos de un modo intuitivo. Cualquiera sabe que hay cosas que no le puede decir a su padre, jefe, profesor, o agente de poder. El motivo por el que no puede decirle según qué cosas es porque hay mucha asimetría en la relación. Probablemente con otro padre, jefe, profesor o agente de poder, que también desempeñan el rol de ascendientes, sí podría decirles esas cosas en caso de que la relación fuese menos asimétrica. Por eso no es lo mismo asimetría que dependencia.

Ante el caso que te preocupa puedes hacerte las siguientes preguntas:

 

-¿Quién es la persona dependiente? ¿Por qué depende? ¿Respecto a qué depende? ¿En qué otros aspectos de la relación se invierten los roles? ¿Cuál es el balance final o, dicho de otro modo, quién permanece más tiempo en el rol de dependiente?
-¿La dependencia es positiva (para lograr algo) o negativa (para evitar algo)?
-¿Cuál es el organigrama real de tu relación? ¿Quién manda de verdad en esto? ¿Por qué?
-¿Los roles se dan siempre, en la intimidad o solo cuando hay gente delante?
-¿Hay dimensiones claras añadidas de dominantes y sumisos? ¿Quién es quién?

Este concepto es clave para los expertos en relaciones interpersonales, al tiempo que un arma muy potente de cara a la intervención. Si te interesa puedes entrar de lleno en los fundamentos de la simetría y reciprocidad en este mismo sitio, o empezar por una explicación práctica sobre las estrategias de manejo de las relaciones asimétricas.

En realidad, el dominio de la asimetría es clave y ofrece posibilidades inimaginables en cualquier ámbito de relaciones interpersonales.

¿En qué contextos se dan estos tipos de relaciones interpersonales?

Absolutamente en todos. Lo que aquí se expone lo vemos día a día en las relaciones de pareja, en las comerciales, en las relaciones sanas, en las patológicas… en todas partes.

El fenómeno de las relaciones es puro y primordial. A partir de ahí se derivan todos los tipos de intercambios entre personas. Todas funcionan absolutamente bajo los mismos principios. Las cuestiones de contenido (sentimentales, laborales, comerciales, de amistad, etc…) las hacen distintas entre ellas, pero el mecanismo del fondo siempre es el mismo. Se trata de una mecánica que se puede predecir y manipular.

¿En qué se basa esta clasificación?

Se basa en la práctica diaria que es la madre de todas las teorías. En especial, en la teoría de la dinámica y estrategia interpersonal, de la que deriva todo este sitio y fundamenta toda mi práctica profesional.

¿Cómo puedo usar esta clasificación?

La clasificación propuesta de tipos de relaciones interpersonales se puede utilizar repasando y revisando todos esos casos que nos preocupan o en los que estamos trabajando porque se nos presentan como problemas de relación. En realidad, cuantos más conceptos tenemos a cerca de una materia, más manejable y comprensible es.

En el caso de las complicadas relaciones interpersonales partimos de la desventaja de que las enfrentamos a nivel intuitivo, pretendiendo tener una visión amplia del fenómeno. Pero sólo una revisión analítica y detenida da una panorámica justa del fenómeno relacional.

Propongo revisar nuestras relaciones complejas desde la triple clasificación propuesta, respondiendo a las preguntas planteadas, y a otras muchas que aparecen en los enlaces propuestos. Seguro que después de ese trabajo encontraremos ideas y asideros desde los que poder agarrar los problemas para cambiarlos o eliminarlos. Puede parecer complejo, pero un experto en relaciones interpersonales no se hace de la noche a la mañana.

Conclusión a cerca de los tipos de relaciones interpersonales

Siempre es importante contar con un modelo de trabajo. De hecho, todos tenemos un modelo de trabajo implícito desde el que analizamos nuestra realidad particular. Cuanto mejor sea el modelo, más amplia será nuestra perspectiva y nuestras posibilidades de cambio.

Espero que este artículo sobre los tipos de relaciones interpersonales te sirva de puerta de entrada al maravilloso mundo de las relaciones a través de los enlaces propuestos. También espero que le saques el máximo provecho y que de alguna forma contribuya a hacerte más feliz, a ti o a las personas con las que trabajas o te relacionas.

Este artículo está íntegramente basado en la teoría de la dinámica y estrategia interpersonal de acceso libre y disponible en este mismo sitio.

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